dedicarle todo lo que hacemos durante el día y hacerlo con gozo. Y atender con solicitud a nuestra familia y a todo aquel que llegue a nuestro hogar como si fuera Jesús. Y aún podemos ofrecerle lo mejor de nosotras. Ser hospitalaria es una cualidad que Dios pone en el corazón. El apóstol Pablo consideró la hospitalidad en la lista de acciones que surgen del amor fraternal y la recomendó como una práctica en la iglesia primitiva8. Recuerdo que Dios nos enseñó a abrir las puertas de nuestra casa y
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